Esta historia va sobre un príncipe , que no era ni mucho menos el príncipe azul , ni siquiera rojo , verde o amarillo , no llegaba ni a ser un príncipe negro . Siempre detestó a su padre, el rey , por creerse demasiado y por hacer lo que le daba la gana , sobre todo con las mujeres , se quejaba de su forma de ser , sin darse cuenta de que de una forma o de otra se estaba convirtiendo en lo mismo que él.
El príncipe tenía su castillo , y tenía su princesa , que tampoco era perfecta y le hacia pasarlo mal , estaba todo el día encima suyo sin dejarle respirar ni un momento , discutían día si y día también, era una lucha constante , pero al final aunque se hicieran daño mutuamente seguían adelante con su gran mentira.
Un día el príncipe, mientras andaba por el campo intentando dejar su mente en blanco e intentando olvidar la discusión que había tenido con su princesa , se topó con una chica que estaba sentada en un campo de amapolas , la saludó y pasaron un buen rato charlando , y justo cuando mejor lo estaban pasando , el príncipe recordó que tenía que volver a su castillo , pues la princesa iba a enfadarse más aún .
Pasaron unos días y el príncipe y la princesa volvieron a discutir , entonces , cuando se sintió triste , recordó lo bien que lo había pasado con aquella chica del campo de amapolas y salió a buscarla , allí estaba , sentada en una roca mirando a la nada . El príncipe se acercó a ella y volvió a saludarla.
Después de un tiempo viéndose , y pasando horas juntos cuándo la princesa se enfadaba , la chica del campo de amapolas comenzó a pensar que aquel príncipe merecía la pena . No la importaba que tuviera ya a su princesa , solo sabía ver lo mucho que la hacía reír.
El príncipe comenzó a preocuparse por la chica , y empezó a frecuentar cada vez mas el campo de amapolas , y entonces , cuando aquella chica estaba más feliz que nunca , sonreía a cada momento del día , el príncipe dejó de ir a verla , y ella tuvo que salir a buscarlo. Lo vio un par de veces más y el se preocupó por ella un día o dos , ya casi no hablaban ni se veían , a él parecía no importarle , y la chica se quedó pensando en que era lo que había pasado entre ellos dos.

Un día de repente el príncipe se presentó en el campo de amapolas desesperado por ver a la chica , por verla sentada en aquella roca , mirando al vacío con esa cara inocente que tanto le gustaba, y allí estaba , sentada y mirando al vacío , como siempre . El príncipe se acercó y la chica extrañada , le preguntó que por qué había venido , y él le contestó que era porque la echaba de menos , hablaron un rato y se volvieron a dar amor . Entonces el príncipe parecía preocuparse por ella , parecía que todo empezaría a ser como antes , pero solo era una tonta ilusión de aquella chica.
Ni se preocupaba , ni la quería , simplemente la usaba como pasatiempos , así la chica , comenzó a tomarse su relación con el príncipe como lo mismo , como un simple juego en el que se lo pasaba bien de vez en cuando y ya está.
Ahora esa chica se preocupa cada vez menos por el príncipe , está sentada en una roca , mirando al vacío , pero ya no esta esperándole en el campo de amapolas , simplemente está sentada en el comienzo de algún sendero a ninguna parte , pasando el tiempo , mirando a las nubes , sabiendo que el príncipe volverá cuándo su castillo empiece a derrumbarse otra vez.